Trigo y Maíz en Sinaloa: Una evidencia más de la cerrazón presidencial

Se observa una vez más la poca visión de resolución a conflictos que permitan el crecimiento y desarrollo económico de largo plazo

Por Isabel Ibarra Armenta*

En los últimos días se ha discutido sobremanera el tema de la comercialización del maíz y el trigo Sinaloenses del ciclo Otoño-Invierno, sin embargo, una buena parte de los productores continúan sin tener certeza sobre la venta de sus cosechas a un precio justo. 

Al momento, la propuesta del gobierno federal ha sido de respaldar con precio de garantía solamente a algunos productores, pero no a todos, Segalmex comprará hasta un millón de toneladas, y el gobierno de Rocha Moya hasta 40 mil toneladas, pero siguen quedando sin precio más de 4 millones. 

Ante ello, la respuesta del gobierno federal ha sido totalmente inverosímil, por ejemplo, imponer un arancel de 4 mil pesos por tonelada; esta administración deberá recordar que los acuerdos comerciales deben cumplirse, y que incluso el año pasado como parte de la estrategia del PACIC, se eliminaron aranceles a la importación de maíz blanco de Sudáfrica, país con el cual no se tiene tratado de libre comercio. Aun así, esta es una más de las tantas respuestas del presidente, para salir del paso, pues las importaciones de maíz blanco representan apenas aproximadamente el 2% de la oferta nacional, y el año pasado fueron escasamente 600 mil toneladas, suenan muchas, pero la oferta total en 2022 fue de 26 millones 335 toneladas. Por lo que, de inicio, el efecto que esto puede tener en el precio es verdaderamente pequeño. También, las importaciones de maíz tienen su mayor pico en Julio, por lo que igualmente a la fecha nada se resuelve con imponer aranceles, a países como Estados Unidos, porque nos saldría más caro el caldo que las albóndigas, pues ello podría generar represalias comerciales con nuestro mayor socio comercial y con quién en 2022 tuvimos una balanza comercial agrícola superavitaria de 15 mil millones de dólares, y un superávit comercial total de 132 mil mdd.

Además, justamente el proceso de localización y relocalización de empresas extranjeras, el famoso nearshoring, tiene como telón de fondo la apertura comercial de México con los vecinos del norte, por lo que, de entrar en una nueva controversia, se genera la incertidumbre para estas inversiones. La realidad es que estas inversiones han abierto una ventana de oportunidad muy significativa que no se veía en años, y cuyo resultado no se deriva de la presente administración sino de las pasadas, pues los acuerdos comerciales y la confianza en la política monetaria y el sistema financiero mexicano, que sigue mostrando fortaleza frente el cimbre de los mercados en Estados Unidos, se iniciaron con las profundas reformas realizadas en el periodo de Carlos Salinas y se consolidaron en los sexenios posteriores. Lo único que tendrían que hacer es no echarlas a perder, pero no se ve cómo. Ya en el verano de 2022, se discutieron diversas controversias por el tema energético, y otros en los que Estados Unidos y Canadá alegan violaciones al tratado, pero continúan sin presentar quejas formales ante instancias internacionales, y sin imponer algún tipo de restricción comercial. 

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