En México, es el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) el organismo que, con una metodología clara y abierta, se ha encargado de respaldar la medición y posicionamiento de este indicador en la vida pública de México.
Con la colaboración del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa.
Sinaloa.- Definida por la economipedia como “la capacidad de una persona u organización para desarrollar ventajas con respecto a sus competidores“, el concepto de competitividad y su medición ha sido posicionada como una manera de evaluar las políticas públicas de los estados del país desde una perspectiva de negocios.
En México, es el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) el organismo que, con una metodología clara y abierta, se ha encargado de respaldar la medición y posicionamiento de este indicador en la vida pública de México y, durante este año, el nivel de competitividad de las regiones del país gana relevancia por un contexto “donde el nearshoring se ha convertido en una enorme oportunidad de crecimiento como nunca en cien años”, indicó a Espejo el economista Óscar Rivas Inzunza, miembro del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa.
Como parte de una colaboración semanal entre el Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa y Revista ESPEJO, Rivas Inzunza indicó que “la competitividad es un factor que define el aprovechamiento regional y local de este proceso, para generar empleo, crecimiento y, sobre todo, una mejor evolución para los sectores económicos”.
Este 2023, el Índice que mide diez factores que van desde el entorno jurídico, regulaciones ambientales, conexiones internacionales y diversificación de los sectores, hasta los procesos de innovación, colocó a Sinaloa en la posición número 11 del ranking, cayendo tres lugares respecto al año 2022 y rompiendo una racha de mejoras que había colocado al estado entre las 10 mejores entidades del país.
De los diez subíndices, señaló Rivas, Sinaloa mejoró en lo relacionado al Mercado Laboral, destacando un aumento en los procesos de capacitación laboral, personal en empleo formal con formación universitaria, así como una menor proporción porcentual entre las personas que ganan hasta dos salarios mínimos y personas que ganan más de dos salarios mínimos.
En el subíndice de participación laboral de la mujer, Sinaloa retrocedió del lugar 14 en 2022, al 19 en 2023. Sin embargo, la entidad dio un importante salto en materia de la brecha salarial entre hombres y mujeres, pasando del lugar 30 en 2022, al 26 en este año.
En lo relacionado a la innovación, a la entidad no le fue nada bien en la medición 2023. El año pasado, Sinaloa se ubicó con tres patentes por cada 100 mil habitantes de la Población Económicamente Activa en el sexto lugar nacional. Este año retrocedió hasta 9 lugares, con una disminución de una patente apenas por cada 100 mil habitantes.
En materia de Estado de Derecho, la entidad tuvo su mayor caída, en el subíndice de tasa de percepción de la violencia, pasando al lugar número diez a nivel nacional, siendo la entidad con peor desempeño en denuncias de los delitos, con el 95 por ciento del total sin ser denunciados.
En lo relacionado al subíndice de medio ambiente, la comparación entre el Índice 2022 y el 2023 revela que la entidad ha tenido avances relevantes en materia de cuidado del agua y tratamiento de aguas residuales, aumentando la eficiencia económica del agua en la agricultura.
Por lo que respecta al aprovechamiento de los sectores internacionales, Sinaloa mantiene su posición en turismo y rutas aéreas, con un incremento marginal en Inversión Extranjera Directa, pasando del 0.9 por ciento en 2022, al 1 por ciento en 2023, en relación al PIB estatal.
nota completa: Competitividad es clave para aprovechar la oportunidad del nearshoring | Revista Espejo